22/1/08

Racismo y xenofobia

El tema de la inmigración no se quiere abordar con honestidad. Los partidos más conservadores, aunque no lo reconocen, están impregnados de racismo y xenofobia. Es la derecha pura y dura que niega a los inmigrantes su estatus de personas con dignidad. Su discurso racista se resume en una frase: Los inmigrantes son un problema. Otros partidos se tienen por más “progres” y solidarios porque tienen la deferencia de conceder a los inmigrantes el estatus de personas, pero también les niega el derecho a integrarse en la sociedad como ciudadanos de pleno derecho. Su discurso es menos racista aunque igualmente xenófobo: La inmigración es un problema. Ninguna de esas formas de enfocar la inmigración es justa, y ambas formas de hablar constituyen manipulaciones interesadas del lenguaje que inducen a culpabilizar a las víctimas y a obviar la responsabilidad de los verdugos.
Políticas neoliberales, capitalistas y depredadoras han empobrecido a muchos países y eso obliga a sus ciudadanos a emigrar. Ese es el verdadero problema, siendo la inmigración una de sus consecuencias. Los inmigrantes contribuyen con su trabajo al desarrollo de la comunidad en la que viven, y en justicia les corresponden los mismos derechos y obligaciones que a los ciudadanos autóctonos, pero esos derechos no se les reconocen y eso les causa muchos problemas.
Un posicionamiento político realmente de izquierda lleva aparejado otro lenguaje más realista y justo: La inmigración es una situación que hay que abordar con políticas globales, justas y solidarias. Por tratar de forma injusta esa situación, los inmigrantes tienen problemas y tenemos la responsabilidad de resolverlos entre todos.

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